San Pere de Rodes

Cuando se atisba la silueta del monasterio de San Pedro/Pere de Roda/Rodes admiras el olfato del que dieron prueba los monjes fundadores a la hora de buscar asentamiento. En lo alto de la sierra de Verdera, cerca del golfo de Rosas, del cabo de Creus y con la bahía de Port de la Selva a la vista, el lugar no puede ser más hermoso, pero el monasterio aún añade belleza, un magnífico ejemplar románico que mira de tú a tú al Mediterráneo.

Dos son las versiones que explican la fundación del cenobio y su posterior grandeza. Una legendaria y otra más documentada. La versión legendaria refiere que el monasterio fue fundado el año 610 por monjes que llegaron hasta esta orilla con los restos de San Pedro y otras reliquias sacadas de Roma para evitar que fueran profanadas por los bárbaros, entonces a punto de invadir la ciudad, reliquias que nunca habrían retornado a su procedencia. Para acoger tan importante relicario, Bonifacio IV, papa benedictino de comienzos del siglo VII, encomendaría a monjes de su Orden levantar el monasterio.

La versión más documentada dice que en el lugar donde ya se asentaron ya los romanos, como demuestran los fragmentos decorados hallados, existió una celda monástica dependiente de San Esteban de Bañolas, como se cita en un precepto del rey francés Luis II el Tartamudo del año 878; que el prior Tasi fue el último de este cenobio, entonces dependiente de Santa María de Rosas, según menciona un documento de 944; que en el 947 Roda se independiza, siendo su primer abad Hildesind, hijo de Tasi, comenzando así un itinerario que daría momentos de gloria a la iglesia y al poder civil.

La iglesia se consagró en 1022 y, aunque fue parcialmente modificada, en lo esencial es la que aún se conserva. Estamos ante una fábrica de tres naves, las laterales más estrechas que la central, con crucero y tres ábsides, el central con deambulatorio. La nave central se cubre con bóveda de cañón que se apoya en pilares con columnas adosadas, sobre basamento de gran altura. Esto, la altura y el haber sido levantada en terrazas siguiendo la configuración del terreno, son dos de las características de Roda.

El monasterio de San Pere gozó del favor de los condes de Ampurias/Empúries, que lo dotaron de tierras y privilegios hasta hacer de él un gran centro espiritual, el más importante del condado por el poder de sus abades y la abundancia de reliquias que guardaba. A la abadía pertenecía el poblado de Santa Creu de Rodes, dedicado a la producción artesana y al comercio, que le proveía de las necesidades materiales. El castillo de San Salvador de Verdera, de gran valor estratégico porque domina el cabo de Creus, fue donado por los condes de Empúries al monasterio; cuando intentaron recuperarlo provocaron enfrentamientos sin cuento con los abades.

Durante el siglo XII se acometieron obras en las dependencias monacales, se construyó la galilea -vestíbulo anterior en las iglesias y monasterios medievales- una nueva portada y entre 1160 y 1163, una más, decorada en mármol por el Maestro de Cabestany con escenas de la vida de Cristo, y el nuevo claustro. De este tiempo debe ser también el campanario, parejo a la torre de defensa o del homenaje, levantada en el siglo X.

Todo ello configuró unas instalaciones monásticas que debieron ser enormes para acoger a los muchos peregrinos que acudían hasta aquí, pero a partir del siglo XIV se conjugaron las desdichas: escasearon las donaciones y se relajó la vida monástica, a lo que en 1345 se unió una epidemia de peste negra que se llevó a veinticuatro monjes. Mediado el siglo XV se fortificó el conjunto para protegerse de los ataques piratas. Durante el siglo XVII sufrió sucesivos saqueos como consecuencia de las guerras con Francia. En 1693 fue sacada la Biblia de Rodes, que actualmente se encuentra en la Biblioteca Nacional de Francia. Los saqueos continuaron en el siglo XVIII; a finales de este siglo la comunidad benedictina se traslada a Vilasacra y en 1809, a Figueras. El monasterio es abandonado y, como el poblado de Santa Cruz, del que solo quedan las piedras de la iglesia de Santa Helena, y el castillo de San Salvador, reducido a ruinas.

La primera vez que visitamos el monasterio de San Pere, a finales de los años ochenta del pasado siglo, lamentamos a la vez la mucha riqueza monumental de nuestro país y la proverbial desidia de nuestros paisanos. Durante nuestro paseo, casi solos, deploramos el estado ruinoso en que se encontraban este y el monasterio de San Pedro de Arlanza, ambos con un significado histórico más allá de su valor religioso, ambos se diría que abandonados. Nos equivocamos en parte.

Cuando volvimos una década después supimos que durante las obras de restauración acometidas en los años 1990 y 1991 habían aflorado restos que arrojaban nueva luz sobre la fábrica de la iglesia. Volvimos en junio de 2019 y aquella era otra historia. Las ruinas habían sido consolidadas, había que sacar entrada para visitar el conjunto, se habían creado rutas con paneles que ilustraban su valor y contexto histórico (con la proverbial grandeur nacionalista), habían abierto un restaurante desde el que se divisaba el azul del mar y donde se comía muy bien, como enseguida pudimos comprobar. Era un martes sin ninguna connotación festiva y el lugar estaba atestado. Nada como entender de negocios para promover la cultura.

En junio de 2021 visitamos el Museo Marés de Barcelona -que viene a ser como el cementerio del arte español perdido- y allí encontramos dos piezas originarias de San Pedro de Roda debidas al Maestro Cabestany, inconfundibles por sus grandes manos y cabezas, por sus ojos oblicuos, por el movimiento del ropaje y por el uso del trépano. Un fragmento del relieve que representa la curación del hombre de la mano seca y un Agnus Dei, clave de arquivolta de la portada; este último adquirido por la Asociación de los Amigos de los Museos de Cataluña y donado al Marés.

Cierto es que nadie podrá devolver a San Pedro de Roda su antiguo esplendor ni espiritual ni arquitectónico, pero parece haberse salvado de la ruina total, al menos por este siglo. Lo que no es poco.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

A %d blogueros les gusta esto: